Directrices esenciales para la instalación segura de mangueras de freno trenzadas de acero
Al instalar mangueras trenzadas de acero, es imperativo asegurarse de que se instalen con suficiente espacio libre de cualquier componente eléctrico como cables, luces, relés u otros elementos que puedan estar energizados. Un aislamiento inadecuado puede provocar la transferencia de corriente eléctrica al trenzado de acero, lo que podría provocar chispas y posibles descargas. Esto no solo corre el riesgo de quemarse en el exterior de la manguera, sino que también puede dañar la manguera interior de teflón, lo que podría causar fugas y requerir el reemplazo de la manguera.
Las mangueras trenzadas de acero tienen un radio de curvatura más pequeño que las mangueras de goma convencionales, un factor que debe tenerse en cuenta durante la instalación para evitar la creación de puntos de fricción. Para evitar daños en la pintura del vehículo, estos latiguillos de freno vienen con una funda protectora transparente.
El proceso de instalación se hace más manejable con conectores giratorios, que permiten una rotación de hasta 180 grados, evitando que la manguera se tuerza durante la instalación.
Se requiere atención cuidadosa al ajustar los pares de apriete de los tornillos huecos de los conectores. Es importante respetar las especificaciones proporcionadas por el fabricante del vehículo, que no suelen superar un máximo de 25 Nm. Para tornillos huecos de aluminio, el par recomendado no debe exceder los 14 Nm.
El manejo de las mangueras trenzadas de acero se debe realizar con cuidado para evitar daños causados por el líquido de frenos, que puede corroer la pintura. Cualquier derrame debe limpiarse de inmediato y, si el líquido de frenos entra en contacto con la pintura, debe lavarse inmediatamente con agua. Además, es importante garantizar la correcta eliminación del líquido de frenos usado respetando la normativa medioambiental.
Una vez completada la instalación, es fundamental purgar adecuadamente el sistema de frenos para eliminar el aire atrapado. Esto garantiza que el pedal del freno sea firme y receptivo, algo crucial para el funcionamiento seguro del vehículo.